Hace unos días, sentados en la mesa a la hora de la comida, mi hijo, el más pequeño, me preguntó si yo quería ser niña de nuevo, le contesté que me encantaría ser niña, solo por los juegos, los dos niños pusieron una cara bastante graciosa, fruncieron el ceño y preguntaron al unísono, -¿por los jueegooos?. -si, respondí.
Hubo un tiempo cuando yo era niña en el cual podía salir a la calle a jugar, aún cuando no había nadie para cuidar que no me robaran o hicieran algo, podía jugar completamente sola, sin importarme que la gente me mirara hablándole a nada, o que se quedaran mirándome pensando que estaba loca cuando yo hacía de bailarina en una coladera a mitad de la calle, con mi vestido azul, muy largo, cuando se extrañaban de que yo fuera la única niña en el equipo de base ball ó americano, cuando podía pasarme el día entero sin preocuparme de nada, solo de jugar y platicar con Toño (mi amigo imaginario), podía hacer cualquier cosa, podía ser cualquier cosa, me encantaba ir a la escuela y estar con mis amigos. Pero ahora mi vida es tan maravillosa que no la cambiaría por nada.
Después de todo esto, me puse a reflexionar de dónde salió todo esto, pienso tantas cosas, sí, los juegos eran maravillosos, pero ¿qué sucedía cuando algo ya no era divertido? sino más bien confuso, doloroso y aterrador, cuando un hombre mayor te toca y te hace cosas que solo entre adultos entienden y tu no te atreves a abrir la boca, porque sabes que esas manos podrían romperte los huesos enteros, y los de tu madre y de cualquier ser que ames, cuando no sabes cómo reaccionar y quisieras tener la fuerza de mil hombres para poder defenderte, te miras al espejo y ves una persona tan pequeñita, sin fuerza para poder defenderte siquiera de tus hermanos mayores, piensas que te verán como una persona que miente, comienzas a preocuparte por esas miradas que no te importaban antes con tus juegos, porque ahora sí, eres un bicho raro, cuando tus padres por alguna razón piensan que uno de sus hijos tiene graves problemas por estar obeso, y hacen menos los problemas de los otros hijos, que esos sí son graves y no se dan cuenta de que comienzan a evadir absolutamente todo, por medio del alcohol y drogas, no se dan cuenta por que el otro tiene "verdaderos problemas" por que es obeso, pero ya no los tiene más, por que vive aún a sus 30 y tantos en casa de su madre, con su pareja y sus hijos, no tiene que salir a trabajar por que tiene quien lo mantenga, y principalmente por que no sabe hacer absolutamente nada, no tiene que preparar la comida o lavar un plato, no, puede pasar todo el día frente al televisor sin preocuparse de nada, así "se evitaran los problemas".
Miro a mi alrededor y veo que tengo una casa, tengo a mis hijos, tengo a mi marido a mi lado a quien amo y me ama por sobre todas las cosas, tenemos lo necesario y lo más importante, hemos ido creciendo juntos y aprendiendo tantas cosas, hemos trabajado mucho, hemos luchado y cada cosa ha sido bien merecida por todo nuestro esfuerzo.
Hoy me miro y soy una mujer que ha luchado, y que puede enfrentarse a sí misma sin miedo al fracaso, sin miedo a no poder defenderme, soy una mujer que ha aprendido a darle valor a todo lo que tiene y soy completamente feliz, por quién soy, por lo que tengo y por todo lo que he aprendido y porque sé que aún falta mucho por aprender.
Definitivamente amo mi vida y ser quien soy ahora, no hay motivo alguno por el cuál quisiera volver el tiempo.....
Lo único que en verdad deseo es poder tener mis sentidos bien puestos para poder detectar algo que esté fuera de lugar en la vida de mis hijos, poder lograr que su infancia sea un juego maravilloso, y no una pesadilla que altere su vida por completo, como sea, deseo poder transmitirles la seguridad y confianza de que el día que deban salir a vivir por su propia cuenta, lograrán sus metas y vivirán felices.....
................lo que te hace ver, la pregunta de un niño....